וַיֵּרָ֠א מַלְאַ֨ךְ יְהֹוָ֥ה אֵלָ֛יו בְּלַבַּת־אֵ֖שׁ מִתּ֣וֹךְ הַסְּנֶ֑ה וַיַּ֗רְא וְהִנֵּ֤ה הַסְּנֶה֙ בֹּעֵ֣ר בָּאֵ֔שׁ וְהַסְּנֶ֖ה אֵינֶ֥נּוּ אֻכָּֽל: וַיֹּ֣אמֶר משֶׁ֔ה אָסֻֽרָה־נָּ֣א וְאֶרְאֶ֔ה אֶת־הַמַּרְאֶ֥ה הַגָּדֹ֖ל הַזֶּ֑ה מַדּ֖וּעַ לֹֽא־יִבְעַ֥ר הַסְּנֶֽה: וַיַּ֥רְא יְהֹוָ֖ה כִּ֣י סָ֣ר לִרְא֑וֹת וַיִּקְרָא֩ אֵלָ֨יו אֱלֹהִ֜ים מִתּ֣וֹךְ הַסְּנֶ֗ה וַיֹּ֛אמֶר משֶׁ֥ה משֶׁ֖ה וַיֹּ֥אמֶר הִנֵּֽנִי
Un ángel del Señor se le apareció en una llama de fuego desde el interior del arbusto de espinas, y he aquí, el arbusto de espinas ardía con fuego, pero el arbusto de espinas no estaba siendo consumido. Moisés dijo: ¡Déjame volver ahora y ver este gran espectáculo por qué el arbusto de espinas no se quema? el Señor vio que se había vuelto para ver, y Dios le llamó desde dentro del arbusto de espinas, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él dijo: ¡Aquí estoy!
Éxodos 3:2-4
Esta semana comenzamos el libro del Éxodo. En la parashá de esta semana encontramos un poco de redacción que al principio puede parecer bastante difícil. En el versículo dos, un mensajero de Hashem, un ángel se aparece a Moisés desde la zarza ardiente. En el versículo cuatro, Hashem habla a Moisés desde el arbusto. Entonces, ¿quién está en el monte? ¿Es el mensajero de Hashem, o es Hashem mismo?
Esto puede parecer confuso, especialmente si la opinión de uno es que la respuesta debe ser una u otra. ¿Cómo podría ser la respuesta de otra manera? La clave está en entender esta visión de la pluralidad de Dios.
Aparentemente, Hashem se le aparece a Moisés bajo la apariencia de un mensajero (ángel). ¿Es posible que Hashem pueda ser un ángel? Es evidente que la Torá nos está dando un ejemplo de tal acontecimiento. Hashem puede aparecer como un ángel. En el pensamiento judío, este ángel, que es Hashem mismo, es conocido como Metatrón.
Este caso en la Torá plantea la pregunta, ¿cómo puede Hashem ser Hashem y ser un ángel? Sabemos que Hashem es uno y su nombre es uno. Sin embargo, la Torá indica aquí que Hashem puede aparecer como un ángel. Entender este majloket es clave para entender la naturaleza de Dios. Sí, Hashem es uno, pero Hashem nos aparece en varias formas. Esto se conoce como la pluralidad de Dios. Aquí, en Éxodo 3:2-4, Hashem aparece como el Ángel Metatrón.
Confrontarse con la realidad de la pluralidad de Dios nos lleva a otra pregunta. Si Hashem puede ser un ángel, ¿puede Hashem ser un hombre? La evidencia de la pluralidad de Dios es incontrovertible. Por lo tanto, la respuesta debe ser sí. Si Hashem puede aparecer como un Ángel, puede aparecer como un hombre.
La cuestión de la divinidad del Mesías, Yeshúa, surge rutinariamente en discusiones dentro del judaísmo mesiánico. La pregunta sólo surge debido a la falta de comprensión de la pluralidad de Hashem. La parashá de esta semana incluye un ejemplo de pluralidad de la Torá que es innegable. Si Hashem puede ser Metatrón, Hashem puede ser Yeshúa.
Shabat Shalom.