Inspiración en la Parashá – Tazria Metzorá

וַיְדַבֵּ֥ר יְהֹוָ֖ה אֶל־משֶׁ֥ה לֵּאמֹֽר: דַּבֵּ֞ר אֶל־בְּנֵ֤י יִשְׂרָאֵל֙ לֵאמֹ֔ר אִשָּׁה֙ כִּ֣י תַזְרִ֔יעַ וְיָֽלְדָ֖ה זָכָ֑ר וְטָֽמְאָה֙ שִׁבְעַ֣ת יָמִ֔ים כִּימֵ֛י נִדַּ֥ת דְּו‍ֹתָ֖הּ תִּטְמָֽא: וּבַיּ֖וֹם הַשְּׁמִינִ֑י יִמּ֖וֹל בְּשַׂ֥ר עָרְלָתֽוֹ: וּשְׁלשִׁ֥ים יוֹם֙ וּשְׁל֣שֶׁת יָמִ֔ים תֵּשֵׁ֖ב בִּדְמֵ֣י טָֽהֳרָ֑ה בְּכָל־קֹ֣דֶשׁ לֹֽא־תִגָּ֗ע וְאֶל־הַמִּקְדָּשׁ֙ לֹ֣א תָבֹ֔א עַד־מְלֹ֖את יְמֵ֥י טָהֳרָֽהּ׃

Entonces el Señor habló a Moisés: «Di a los israelitas: “Cuando una mujer dé a luz y tenga varón, quedará impura por siete días; como en los días de su menstruación, será impura. Al octavo día la carne del prepucio del niño será circuncidada. Y ella permanecerá en la sangre de su purificación por treinta y tres días; no tocará ninguna cosa consagrada ni entrará al santuario hasta que los días de su purificación sean cumplidos. 

Levítico 12:1-4

שָׁל֣שׁ רְגָלִ֔ים תָּחֹ֥ג לִ֖י בַּשָּׁנָֽה: אֶת־חַ֣ג הַמַּצּוֹת֘ תִּשְׁמֹר֒ שִׁבְעַ֣ת יָמִים֩ תֹּאכַ֨ל מַצּ֜וֹת כַּֽאֲשֶׁ֣ר צִוִּיתִ֗ךָ לְמוֹעֵד֙ חֹ֣דֶשׁ הָֽאָבִ֔יב כִּי־ב֖וֹ יָצָ֣אתָ מִמִּצְרָ֑יִם וְלֹא־יֵֽרָא֥וּ פָנַ֖י רֵיקָֽם: וְחַ֤ג הַקָּצִיר֙ בִּכּוּרֵ֣י מַֽעֲשֶׂ֔יךָ אֲשֶׁ֥ר תִּזְרַ֖ע בַּשָּׂדֶ֑ה וְחַ֤ג הָֽאָסִף֙ בְּצֵ֣את הַשָּׁנָ֔ה בְּאָסְפְּךָ֥ אֶת־מַֽעֲשֶׂ֖יךָ מִן־הַשָּׂדֶֽה: שָׁל֥שׁ פְּעָמִ֖ים בַּשָּׁנָ֑ה יֵֽרָאֶה֙ כָּל־זְכ֣וּרְךָ֔ אֶל־פְּנֵ֖י הָֽאָדֹ֥ן | יְהֹוָֽה:

Tres veces al año me celebrarán fiesta. Guardarás la Fiesta de los Panes sin Levadura. Siete días comerás pan sin levadura, como Yo te mandé, en el tiempo señalado del mes de Abib, pues en él saliste de Egipto. Y nadie se presentará ante Mí con las manos vacías. También guardarás la fiesta de la siega de los primeros frutos de tus labores, de lo que siembres en el campo, y la fiesta de la cosecha al fin del año cuando recojas del campo el fruto de tu trabajo. Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante del Señor Dios.

Éxodo 23:14-17

La doble porción de esta semana comienza con una explicación del periodo de impureza que contrae una mujer al dar a luz a un hijo. Durante este periodo de tiempo, llamado la sangre de pureza (33 días para el nacimiento de un niño, 66 días para el nacimiento de una niña), una mujer no puede tocar nada sagrado o entrar al Templo (Tabernáculo). Esta instrucción dada por Hashem para los hijos de Israel, a primera vista puede crear un majloket, un dilema bíblico.

En Éxodo 23, vemos la instrucción que se les dio a los hijos de Israel de que debían llevar sacrificios ante el Señor tres veces al año. Esta instrucción se le da a Israel. Benei Israel puede traducirse como los hijos de Israel o los varones de Israel. Por lo tanto, ¿a quién se le ordena presentarse ante Dios tres veces al año? ¿Son todos los hijos de Israel, o son solo los hijos (varones) de Israel?

En la porción de esta semana, Tazriah, vemos que cuando una mujer da a luz, tiene prohibido ir al Santuario por un mínimo de 33 días. ¿Qué sucede cuando, durante una de las tres fiestas se presenta este período de tiempo de la sangre de purificación para una mujer? En este orden de ideas, a ella se le ordena que haga algo y al mismo tiempo que no haga algo.

Éxodo 23:17 aclara el mandamiento. Israel, en este caso, se refiere únicamente a los hijos varones de Israel, no a las hijas. No se requiere que las mujeres vayan al Templo tres veces al año y hagan un sacrificio. Solo los hombres están obligados a hacer el sacrificio. Esto resuelve el problema, ya que no se requiere que las mujeres hagan el sacrificio. Tres veces al año, si a una mujer no se le permite entrar al Templo durante su tiempo de la sangre de la pureza, no está trasgrediendo.

Los sabios usan esta idea como un punto instructivo de la Torá. Siempre que Hashem emite una mitzvá positiva relacionada con el tiempo para Benei Israel, el mandamiento está destinado a los hombres solo porque hay ocasiones en las que las mujeres pueden no cumplir una mitzvá positiva relacionada con el tiempo. Por ejemplo, cuando una mujer está en la sangre de la purificación. Por lo tanto, las mitzvot positivas relacionadas con el tiempo son obligaciones de los hombres, pero no de las mujeres.

Esto no significa que las mujeres no puedan realizar estas mitzvot. Significa que las mujeres no están obligadas a realizar estas mitzvot, sino que son obligaciones de solo los hombres. Hay oraciones en la sinagoga, que son obligatorias. Son obligaciones de los hombres, no de las mujeres. ¿Por qué? Porque los servicios de la sinagoga son mitzvá positivos relacionados con el tiempo. Deben realizarse (esto quiere decir que son positivas) y deben realizarse en momentos específicos, por lo tanto, las mujeres no están obligadas. Aunque no están obligadas, a las mujeres no solo se les permite rezar los servicios de la sinagoga, sino que se les anima a hacerlo. Es solo que no tienen la obligación de hacerlo. Shabat shalom.

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Rabbi Steven Bernstein

Steve was born on Lag B’Omer in Ann Arbor, MI but was raised in Gainesville, FL. The son of two University of Florida professors, he excelled in the sciences in school. In addition to his normal academic studies, he pursued his Jewish education studying with many Rabbis and professors of Judaic Studies from the University including visiting Rabbis such as Abraham Joshua Heschel and Shlomo Carlebach.