לָכֵ֞ן אֱמֹ֥ר לִבְנֵֽי־יִשְׂרָאֵל֘ אֲנִ֣י יְהֹוָה֒ וְהֽוֹצֵאתִ֣י אֶתְכֶ֗ם מִתַּ֨חַת֙ סִבְלֹ֣ת מִצְרַ֔יִם וְהִצַּלְתִּ֥י אֶתְכֶ֖ם מֵֽעֲבֹֽדָתָ֑ם וְגָֽאַלְתִּ֤י אֶתְכֶם֙ בִּזְר֣וֹעַ נְטוּיָ֔ה וּבִשְׁפָטִ֖ים גְּדֹלִֽים: וְלָֽקַחְתִּ֨י אֶתְכֶ֥ם לִי֙ לְעָ֔ם וְהָיִ֥יתִי לָכֶ֖ם לֵֽאלֹהִ֑ים וִֽידַעְתֶּ֗ם כִּ֣י אֲנִ֤י יְהֹוָה֙ אֱלֹ֣הֵיכֶ֔ם הַמּוֹצִ֣יא אֶתְכֶ֔ם מִתַּ֖חַת סִבְל֥וֹת מִצְרָֽיִם:
Por tanto, dile a los israelitas: “Yo soy el Señor, y los sacaré de debajo de las cargas de los egipcios. Los libraré de su esclavitud, y los redimiré con brazo extendido y con grandes juicios. Los tomaré a ustedes por pueblo Mío, y Yo seré su Dios. Sabrán que Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de debajo de las cargas de los egipcios.
Éxodo 6:6-7
La parashá de esta semana comienza con la promesa de Hashem a Moisés con respecto a los hijos de Israel, las 4 expresiones. La última de estas expresiones indica que Hashem nos llevará a Él. Implícita en esta expresión está la idea de que no solo nos llevará a él, sino que nos llevará a él como nación.
Esta expresión es conmovedora porque en este momento de la historia, los hijos de Israel aún no son una nación. La idea es que Hashem nos convertirá en una nación y posteriormente, al hacerlo, nos llevará, como nación, a Él. Hashem le promete a Moisés que nos convertirá en Am Yisrael, la Nación de Israel.
Hashem cumple su promesa en el Sinaí. Él nos convierte en la Nación de Israel y nos da, como Nación, la Torá. A partir de ese momento, toda la Escritura trata sobre la Nación de Israel y su relación con Hashem. Shabat shalom.