אֵיכָ֥ה אֶשָּׂ֖א לְבַדִּ֑י טָרְחֲכֶ֥ם וּמַשַּֽׂאֲכֶ֖ם וְרִֽיבְכֶֽם: הָב֣וּ לָ֠כֶ֠ם אֲנָשִׁ֨ים חֲכָמִ֧ים וּנְבֹנִ֛ים וִֽידֻעִ֖ים לְשִׁבְטֵיכֶ֑ם וַֽאֲשִׂימֵ֖ם בְּרָֽאשֵׁיכֶֽם: וַתַּֽעֲנ֖וּ אֹתִ֑י וַתֹּ֣אמְר֔וּ טוֹב־הַדָּבָ֥ר אֲשֶׁר־דִּבַּ֖רְתָּ לַֽעֲשֽׂוֹת:
¿Cómo puedo yo solo llevar el peso y la carga de ustedes y sus pleitos? Escojan de entre sus tribus hombres sabios, entendidos y expertos, y yo los nombraré sus jefes”. Entonces ustedes me respondieron: “Bueno es que se haga lo que has dicho”.
Deuteronomio 1: 12-14
La porción de la Torá de esta semana comienza el libro de Deuteronomio, Devarim. Moisés relata el viaje de los hijos de Israel, hasta este punto. En este recuento, Moisés relata el episodio con Jetro, donde lidiar solo con el cambio con Israel es una carga demasiado grande.
Según el Rambán, las 3 dificultades que enfrentó Moisés fueron el tarjajem, el masa’ajem y el rivjem. Estas 3 tareas correspondían a las enseñanzas en las que Moisés fue instruido para llevar a los hijos de Israel. Eran, la enseñanza del significado, comprensión e interpretación de la Torá, la enseñanza de la oración y la enseñanza de los juicios entre las personas.
A medida que se escuchaban los casos, Moisés tenía que enseñar la Torá, la oración y el juicio para resolver las disputas. La tarea era simplemente demasiado grande para que un solo ser humano pudiera realizarla. En consecuencia, Moisés asignó jueces para acelerar la audiencia de los casos. A medida que se adjudicaron los casos, se construyó un entendimiento e interpretación común de la Torá, la oración y el juicio. La resolución de estos casos fueron los inicios y orígenes del Derecho Oral. Shabat shalom.