לֹא־יִֽהְיֶ֥ה לְךָ֛ בְּכִֽיסְךָ֖ אֶ֣בֶן וָאָ֑בֶן גְּדוֹלָ֖ה וּקְטַנָּֽה: לֹא־יִהְיֶ֥ה לְךָ֛ בְּבֵיתְךָ֖ אֵיפָ֣ה וְאֵיפָ֑ה גְּדוֹלָ֖ה וּקְטַנָּֽה׃
«No tendrás en tu bolsa pesas diferentes, una grande y una pequeña. No tendrás en tu casa medidas diferentes, una grande y una pequeña».
Deuteronomio 25: 13-14
Hay 74 mitzvot diferentes enumeradas en la porción de la Torá de esta semana. De estos, uno se trata de un delito muy grave, el fraude. No debemos mantener diferentes medidas en nuestra casa para defraudar a la gente.
Este mandamiento parece bastante simple, sin embargo, examinándolo más detenidamente, el mandamiento se refiere simplemente a mantener dos medidas en la casa de uno. Más bien, de lo que se habla cuando se menciona el tema de tener dos pesos en nuestras casas, está relacionado con la intención, con lo que se piensa hacer con ellas. El propósito de los dos pesos diferentes; de las dos medidas diferentes, es defraudar. Es la intención, o propósito, a lo que se dirige el mandamiento.
El mandamiento en realidad se trata de una intención de defraudar. No importa si estamos usando pesos y medidas, contabilidad falsa o cualquier otra práctica comercial engañosa, si la intención es cometer fraude, se viola la Torá.
El mandamiento negativo de no defraudar a nuestro prójimo encaja con todo el concepto del corazón y la mente al hacer las mitzvot. Debemos tener el corazón y la mente correctos al tratar con nuestro prójimo. Hacer trampa y defraudar son ejemplos de acciones que indican que no estamos amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Shabat shalom.